LA DEMOSTRACIÓN SEMIOLÓGICA DE LA CORRESPONDENCIA ENTRE LOS FRESCOS RUPESTRES Y EL LENGUAJE IDEOGRÁFICO PROTOSUMERIANO / Parte II: Investigaciones científicas previas y sus conclusiones

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OBJETIVO DE ESTE ARTÍCULO

Este artículo contribuye a demostrar la perfecta correspondencia entre las pinturas rupestres del Paleolítico Superior y la lengua ideográfica proto-sumeria o proto-cuneiforme.

Esta demostración se divide en cuatro partes:

La primera parte (véase el artículo anterior) compara un centenar de signos prehistóricos identificados y divididos en sus 25 categorías con signos idénticos del periodo proto-sumerio. Cette comparaison visuelle montre qu’ils sont extrêmement similaires et confirme en soi qu’il s’agit bien du même système d’écriture.

La segunda parte (objeto de este artículo) presenta los resultados de investigaciones anteriores sobre esta cuestión de los signos prehistóricos.

La tercera parte (artículo siguiente) muestra los errores y equivocaciones cometidos por investigadores anteriores sobre esta cuestión, que les impidieron llegar a la conclusión correcta.

La cuarta parte (artículo siguiente) aporta a continuación la demostración semiológica completa de la correspondencia entre los dos sistemas de escritura, realizando correcta y exhaustivamente el análisis comparativo de fondo que debería haberse efectuado (comparación del corpus de signos y de las reglas semiológicas relativas a cada sistema) para llegar al resultado y a la conclusión correctos: las pinturas rupestres del Paleolítico Superior, con sus pares de imágenes y signos, se corresponden en todos los aspectos con el lenguaje ideográfico sumerio y sus lenguas asociadas (sumerio, egipcio jeroglífico).

Índice

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Le déchiffrage du language des cavernes

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Introducción / Estructura y contenido

Espero que disfrute de la lectura de este artículo, que pongo a su disposición íntegramente a continuación:

PARTE II : INVESTIGACIONES CIENTIFICAS ANTERIORES Y SUS CONCLUSIONES

 

LA OBRA DE ANDRE LEROI-GOURHAN

 

Source :https://www.persee.fr/doc/bspf_0249-7638_1958_num_55_7_3675
Le symbolisme des grands signes dans l’art pariétal paléolithique André Leroi-Gourhan ; Bulletin de la Société préhistorique française Année 1958 55-7-8 pp. 384-398

En primer lugar, he aquí la lista de signos rupestres recopilada por André Leroi Gourhan.

Los clasifica en las doce grandes categorías siguientes:

En su artículo, André Leroi-Gourhan comienza señalando que no sólo los grupos de animales (a menudo caminan en la misma pareja de especies, bisonte-caballo, buey-caballo, etc.) y los signos forman un «todo figurativo», sino que los signos caminan a menudo por parejas. «Dedujo que «esta relación de proximidad no es fortuita, ya que la repetición de agrupaciones características es constante en todo el dominio franco-cantábrico».
Por eso llama a los signos que funcionan por parejas «signos acoplados» y a los demás, los que no funcionan por parejas y son menos numerosos, signos «no acoplados».
Para André Leroi-Gourhan, los signos emparejados son símbolos «sólidos», que interpreta como femeninos, o «delgados», que interpreta como masculinos. Según él, la asociación de estos signos en parejas o copas sirve para simbolizar la unión sexual.

Así es como los clasifica:

 

PRIMEROS MIEMBROS DE LA PAREJA

 

SIGNOS OVALADOS

SIGNOS TRIANGULARES

SIGNOS ESCUTIFORMES (EN FORMA DE ESCUDO)

SIGNOS EN FORMA DE PEINE (PETTIFORME)

SEÑALES DE CUADRICULA

SIGNOS CLAVIFORMES (PORQUE, SEGUN EL, TIENEN FORMA DE GARROTE)

 

SEGUNDOS MIEMBROS DE LA PAREJA

 

CARTELES DE PLUMAS O RAMITAS

PALILLOS

LINEA DE PUNTOS

RAYADOS

 

SIGNOS DESACOPLADOS

 

Aparecen por separado y generalmente en grupos de signos idénticos.
Tienen una punta o ápice en forma de techo e incluyen tectiformes (123, 125), aviformes (124) y signos con apéndices (126).
Sin signos asociados, ofrecen las mismas posibilidades de yuxtaposición con figuras de animales que sus predecesores.

 

EJEMPLOS DE SIGNOS

 

De paso, he aquí algunos ejemplos de dibujos rupestres que menciona A. Leroi Gourhan menciona en los que se encuentran juntos algunos de estos signos:

 

EJEMPLOS DE SIGNOS ASOCIADOS A LOS ANIMALES

 

De paso, he aquí algunos ejemplos de la asociación de estos signos con animales que menciona

 

CONJUNTOS SIMPLES

 

 

CONJUNTOS COMPLEJOS

 

 

ANIMALES HERIDOS Y MAGIA DE CAZA

 

André Leroi-Gourhan señala también que el número de animales heridos registrados es demasiado reducido (menos del 2,5% en el caso del bisonte, que representa el máximo número de casos) para que estas representaciones puedan ser magia de caza. Además, todas estas figuras se sitúan en un contexto específico, con, para Lascaux: un buey, un caballo y un bisonte, repartidos en cada una de las grandes series (rotonda, nave, gabinete felino).
Concluye que «el animal herido es un personaje que aparece esporádicamente en las composiciones y cuyo papel puede, hasta cierto punto, definirse», pero, también en este caso, acaba asociando las heridas a símbolos sexuales.

 

EJEMPLO DE ANIMAL HERIDO

 

 

CONCLUSION DE A. LEROI GOURHAN

 

Todo parece indicar que las cuevas decoradas son santuarios cuya decoración está muy organizada y procede de composiciones repetidas, separadas por zonas de transición marcadas por signos o animales apropiados. En cuanto a las composiciones, la fórmula que se vislumbra corresponde a un grupo de grandes herbívoros, pertenecientes a dos especies en las que prácticamente siempre figura el caballo. Una de las dos especies es numéricamente dominante. Este grupo central está flanqueado por animales complementarios, casi siempre ciervos o íbices. Generalmente se yuxtaponen representaciones abstractas de hombres y mujeres o, más generalmente, valores masculinos y femeninos.

Si bien la organización general y la distribución de los animales atestiguan un proceso creativo singularmente complejo, el uso de signos simbólicos va mucho más allá de la idea que los pueblos primitivos pudieran haber tenido de representar, con gran habilidad artística, sus piezas de caza atrapadas en trampas o sucumbiendo intencionadamente a assegais y bumeranes.
¿Hasta dónde podemos reconstruir este pensamiento? Si no queremos en absoluto sustituir los hechos por la trama de una novela, lo que podemos decir en este punto no es considerable.

A continuación menciona el tema de la fecundidad, e indica que fecundidad y destrucción no son incompatibles, y que una metafísica del nacimiento y la muerte subyace claramente a todo el conjunto figurativo. También éste es un hecho tan común a todas las religiones que parece trivial. Sin embargo, debemos considerar como un logro significativo la prueba de la existencia, en el Paleolítico superior, no de una magia de caza, sino de una auténtica metafísica.

Otra característica parece demostrada: el carácter altamente simbólico de las representaciones. Puede que no esté totalmente de acuerdo con la Sra. Laming-Emperaire cuando considera que el ensamblaje convencional de estos animales, que normalmente no conviven, es la expresión de una mitología, pero su opinión contiene ciertamente algo de verdad. El ensamblaje de las figuras correspondía sin duda a un contexto oral de forma notablemente fija si tenemos en cuenta que perduró durante varios milenios en una zona geográfica que se extendía desde el sur de España hasta el este de Europa, ya que las obras muebles del este de Europa reflejan las mismas preocupaciones.

La evolución de los propios signos no es menos sorprendente. Los detalles de su función se nos escapan, y sólo podemos registrar los curiosos cruces macho-hembra-bisonte-caballo que un mayor número de ejemplos quizá nos permitiría definir mejor. En cualquier caso, la extraña transmutación del bisonte en mujer en Pech-Merle (181 a 183) debe considerarse algo más que un juego de artista, del mismo modo que hay algo más que un hechicero disfrazado en el personaje de los Tres Hermanos, que sintetiza los tres animales (caballo, bisonte y reno) que componen el tejido de los paneles circundantes. Los signos revelan una notable convencionalización de los símbolos y un comportamiento figurativo que casi podría calificarse de preideográfico.

Tras lo cual concluye diciendo que sería muy fácil caer en la tentación de las comparaciones, de evocar ejemplos extraídos de la protohistoria o de pueblos lejanos y cercanos, pero dos razones me lo impidieron. La primera es de orden metodológico: he tenido que fijarme únicamente en los documentos paleolíticos, para no correr el riesgo de plantear tanto respuestas como preguntas. La segunda es una cuestión de sentido común: es poco probable que el simbolismo basado en la representación de los órganos reproductores sea patrimonio exclusivo del Paleolítico superior.

 

¿QUE PODEMOS HACER DE SU OBRA?

 

En otras palabras, con respecto a su argumento sobre el método, estamos tocando lo que he dicho antes, a saber, que es éticamente inconcebible que un arqueólogo, en relación con sus colegas, se atreva a hacer comparaciones con representaciones de épocas posteriores, aunque tales comparaciones sean posibles.
¡Qué extraña forma de razonar, no comparar lo que es, desde un punto de vista simbólico, eminentemente comparable y sacar conclusiones de ello!
Esto explica por qué nuestra comprensión de estos signos se ha mantenido al mismo nivel desde…
Sin embargo, debemos rendir homenaje a su labor de recopilación y clasificación de signos, que proporciona una base de datos de signos que pueden compararse con los signos protoideográficos sumerios.
E incluso si su hipótesis es que se trata de signos masculino-femeninos que evocan la unión sexual y la fecundidad en un contexto de nacimiento y muerte -lo que constituye un profundo error, ya que sigue consistiendo en no ver en el hombre prehistórico más que a un simplón-, ha percibido sin embargo con evidente agudeza nociones fundamentales como el hecho de que la cueva era claramente un santuario, con representaciones dispuestas de forma prerreflexiva para transcribir una metafísica y, comparte la idea, la mitología de nuestros antepasados de la época, que respetaban una convención de escritura simbólica que parece no haber cambiado a lo largo de miles de años en el espacio europeo, y que incluso califica de preideográfica por su carácter figurativo.
Sin duda son comentarios sabios e importantes.

Si hubiera sabido que se trataba en realidad de caracteres ideográficos protocuneiformes, habría abandonado sus escrúpulos a la hora de comparar esta mitología con la de Sumeria, y habríamos podido avanzar mucho más desde 1958 y 1965, fechas de sus ensayos y de su edición revisada.

 

 

LA OBRA DE GEORGES SAUVET SUZANNE SAUVET Y ANDRE WLODARCZYK

 

Fuente : Essai de sémiologie préhistorique (pour une théorie des premiers signes de l’homme. Bulletin de la société préhistorique française / année 1977 / E&T 47-2 / p.545-558

 

INTRODUCCION

 

En su introducción, los autores comienzan diciendo que en lugar de considerar los signos paleolíticos como representaciones de objetos utilizados por los cazadores prehistóricos (armas, trampas, chozas, etc.), como se ha venido haciendo durante casi medio siglo, resulta que forman parte de un auténtico sistema semiológico, en el que cada signo tiene claramente un significante y un significado, y los signos están claramente vinculados entre sí con su propia sintaxis.
A continuación, plantean la cuestión de la homogeneidad de estos signos a lo largo del tiempo, y responden afirmando que, contrariamente a lo que podría pensarse a primera vista, «todos los signos del Paleolítico superior occidental, repartidos a lo largo de 20.000 años y repartidos en millones de kilómetros cuadrados, pertenecen al mismo sistema de pensamiento», ya que en las representaciones rupestres «se manifiesta la continuidad», lo que atestigua «una sorprendente comunidad de pensamiento», aunque por supuesto existan «peculiaridades regionales» y una «evolución estilística».
Y concluye que «nada impide suponer que los hombres del Paleolítico superior extrajeron de las mismas fuentes su concepción del mundo, sus aspiraciones metafísicas y religiosas, sus mitos y todos sus conocimientos tradicionales, y que esta comunión espiritual encontró prolongaciones en el plano ritual o artístico. La actividad gráfica en particular tendrá características comunes que revelarán el pensamiento que la inspira. Son estas características las que podemos esperar descubrir reuniendo signos que, salvo prueba en contrario, supondremos pertenecientes a un grupo homogéneo (posiblemente dividido en subgrupos sincrónicos y diacrónicos).

Para demostrar que la ciencia de la semiología es la clave de la comprensión de estos signos, consideran necesario empezar por recopilar un corpus significativo de signos, una base de datos (centrada en los signos del arte rupestre de la región francocantábrica, ya que la mayoría de las cuevas decoradas se encuentran en esta zona restringida), con el fin de poder elaborar una tipología de los signos básicos.

Tras trabajar sobre un corpus «basado en 60 cuevas francesas y españolas, que representan 374 situaciones en las que aparecen uno o varios signos», he aquí la tipología (o lista de signos) a la que han llegado:

 

TIPOLOGIA DE LOS SIGNOS PARIETALES

 

Partiendo de la base de que, a pesar de la gran variabilidad de los signos, es posible identificar una forma geométrica básica, la tipología que han obtenido destaca 12 grandes categorías de signos (que los autores denominan claves).

Descripción de su cuadro (cita): Cuadro de signos cuya función es evocar la constancia de los comportamientos humanos del Paleolítico Superior con respecto a las primeras escrituras ideográficas, tanto en las relaciones gráficas con el arte como en las actividades colectivas o individuales, y en las percepciones y usos de los símbolos.

 

I. TRIANGULOS PUNTO ABAJO (A) Y PUNTO ARRIBA (B).

II. CIRCULOS Y OVALOS (A); SEMICIRCULOS (B)

III. CUADRILATEROS TIPICOS (A), CON APENDICES (B) Y ABIERTOS (C) [«REJILLAS» O «PEINES»].

IV. CUADRILATEROS CON SALIDAS CUADRADAS (A), TRIANGULARES (B) Y HEMICIRCULARES (C)

V. CLAVIFORMES CON EXCRECENCIAS CUADRADAS (A) TRIANGULARES (B) Y HEMICIRCULARES (C)…

VI. PENTAGONOS TECTIFORMES VERDADEROS (A) Y PENTAGONOS PSEUDOTECTIFORMES ABIERTOS (B)

VII. FLECHAS DE UN EJE (A) Y DE VARIOS EJES (B)

VIII. SEÑALES DE ESPINO Y «RAMA

IX. CHEVRONES, PUNTA ARRIBA (A) Y PUNTA ABAJO (B); ZIGZAGS (C)

X. CRUZ

XI. PALITOS

XII. PUNTUACIONES DE UNA LINEA (A) Y DE VARIAS LINEAS (B); NUBES DE PUNTOS (C).

N.B. – Los signos enumerados aquí son sólo ejemplos para ilustrar la gran variedad de formas.

En esta lista de signos, los autores observan que las dos últimas claves (varillas y puntos), a diferencia de las diez primeras que están circunscritas en el espacio, son «verdaderas partículas elementales capaces de entrar en número ilimitado en agrupaciones de cualquier forma», lo que sin duda les confiere una función especial en el sistema.
También consideraron que su clasificación podía mejorarse, citando como ejemplos el hecho de haber clasificado los signos en forma de media luna como cuadrangulares, las flechas de ejes múltiples (Vllb) como flechas aunque se parezcan a los «pseudotectiformes» (VIb), y la dificultad para distinguir la diferencia entre los signos cuadrangulares con excrecencias (IV) y los signos claviformes (V).
Los autores también señalan que, si bien algunas claves son universales, otras, como los tectiformes, son de carácter regional.
Dicen que no han tenido en cuenta las señales manuales, dudando en «considerarlas señales reales, aunque tengan una relación muy notable con algunas de ellas».

 

COMPLEMENTOS DEL FORMULARIO BASICO

 

Partiendo de signos cuadrangulares, también identificaron formas gráficas elementales (sombreado, bandas escalariformes, recortes) que se añadían a la forma cuadrangular básica.

Este es el cuadro en el que se destacan estas incorporaciones

 

TABLA II. – CASO DE LOS RECTANGULOS FRANCO-CANTABRICOS CON ADICIONES A LA FORMA BASICA

 

ASOCIACION DE ADICIONES MULTIPLES A LA FORMA BASICA

 

Una vez identificada la naturaleza de las posibles adiciones, se dieron cuenta de que estas múltiples adiciones podían asociarse entre sí y con la forma básica.
Comprobaron que estas adiciones «permiten por sí solas describir casi todos los signos de esta familia (los cuadriláteros franco-cantábricos) y que nunca se utilizaron más de tres o cuatro elementos simultáneamente».

He aquí su tabla de ejemplos:

Sin poder responder a la pregunta de si estos añadidos son en sí mismos signos, concluyen «que el principio de articulación de los signos era conocido».
Esta observación se hizo a partir de un análisis específico de los cuadriláteros de origen perigordano y cántabro, que presentan características específicas muy claras, y los autores creen que pueden estar «asistiendo a las primeras manifestaciones de una divergencia cultural. Es concebible que dos poblaciones mantenidas en relativo aislamiento hayan podido desarrollar sistemas de gran complejidad a partir de un tema básico común».

 

COMBINACION DE SIGNOS ELEMENTALES PARA CREAR SIGNOS COMPLEJOS

 

Tras constatar que un signo básico (un rectángulo) puede asociarse a adiciones, como en el caso concreto de los rectángulos, los autores identifican a continuación que las distintas claves pueden asociarse entre sí mediante tres tipos distintos de asociación:
integración, superposición y yuxtaposición, generando signos complejos, es decir, signos asociados entre sí

He aquí algunos ejemplos

 

TABLA IV. – PROCESOS DE OBTENCION DE SIGNOS COMPLEJOS

A continuación, plantean la hipótesis de que las distintas combinaciones deben producir significados diferentes.
Resulta especialmente interesante que los autores señalen que «las escrituras ideográficas también han recurrido ampliamente a este tipo de conjuntos de signos, que permiten ampliar el sistema sin sobrecargarlo.
A continuación señala que estos procesos de ensamblaje (yuxtaposición, superposición) existen en la escritura china e incluso se han integrado en los glifos mayas.
Concluye que «estos ejemplos ilustran simplemente el principio de economía inherente a todo sistema semiológico» y que «desde un punto de vista estructural, estos diferentes modos de combinación, que en al menos un caso llegan hasta la verdadera articulación, demuestran que los usuarios del sistema sabían establecer relaciones lógicas entre conceptos abstractos». Esta facultad, que podría describirse como una aptitud para la abstracción de segundo grado, no debería sorprender en el hombre prehistórico, ya que, como ha demostrado Lévi-Strauss a propósito de las clasificaciones totémicas, se manifiesta en todos los estadios del pensamiento primitivo».

 

LOS RESULTADOS DE SUS INVESTIGACIONES SOBRE LA REALIDAD DE LA SINTAXIS

 

PRINCIPALES MEDIOS DE INTERPRETACION

 

Los autores identifican dos elementos principales susceptibles de atestiguar una sintaxis [sintaxis como «conjunto de leyes que establecen las relaciones entre los signos»] para transmitir un mensaje:
– su relación con los animales
– la relación entre los signos

 

RELACIONES CON LOS ANIMALES

 

Los autores creen que es probable que las representaciones y los signos animales formen parte de un único sistema semiológico.
Las razones aducidas fueron que :
– El 60% de los signos parietales están directamente relacionados con animales
– Algunos signos y animales se superponen en un panel totalmente aislado del resto de la representación (figura 3) o cuando el mismo tema se repite varias veces [animal acompañado de puntuación 18 veces observado; asociación del mamut con el tectiforme (varios casos en Font de Graume y Bernifal)].

 

FIG. 3. «CHEVAL AUX 14 CLAVIFORMES» DE LA CUEVA DE TROIS- FRÈRES (ARIÈGE), SEGUN H. BREUIL, SITUADA A VARIOS METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR.

Los autores señalan que los dos sistemas de representación parecen interpenetrarse e influirse mutuamente.
Llegaron a creer que los signos podían ser simplificaciones esquemáticas de las formas animales iniciales y elaboraron los siguientes ejemplos para ilustrarlo (en particular, la representación esquemática del caballo, que parece poder convertirse en claviforme)

 

FIG. 4 – ASOCIACIONES DE SIGNOS Y ANIMALES ESQUEMATICOS

a -Señas negras y silueta roja de mamut; b -Señas negras y línea occipito-frontal roja de un felino (?); c, d, e, f -Claviforme y protoma esquemáticos de equino. – a, b -Cougnac (Lot); c, d -La Pasiega (Santander); e -Pindal (Asturias); f -Le Portel (Ariège).

 

EVIDENCIAR LA SINTAXIS MEDIANTE RELACIONES ENTRE SIGNOS

 

Los autores creen que, aunque los animales forman parte del sistema semiológico, e incluso del trazado topográfico, cuando se asocian a signos, éstos tienen un significado propio.
La frecuente proximidad de los signos y los animales plantea un último problema metodológico. Se podría incluso llegar a pensar que son «indescifrables» el uno sin el otro y que, por tanto, un estudio de los signos como sistema semiológico autónomo estaría condenado al fracaso. Sin embargo, la existencia de «paneles de signos» en los que no aparece ningún animal hace improbable esta objeción, y en lo que sigue admitiremos que los signos tienen un significado propio, reservándonos el derecho de estudiar la relación entre ambos tipos de expresión.

Para garantizar que un sistema es semiológico, es necesario identificar las compatibilidades e incompatibilidades entre signos.

A continuación, los autores se propusieron encontrar esas reglas de compatibilidad entre signos.
Comprobaron entonces que algunas de las doce claves se utilizaban con más frecuencia que otras, con 9 claves dominantes, que casi dos de cada tres mensajes consistían en una sola clave, que el número de signos complejos que asociaban varias claves disminuía con el número de claves utilizadas, alcanzando un máximo de 4 asociaciones, y que algunas claves tendían a estar aisladas (cuadriláteros, signos de puntuación, tectiformes), mientras que otras tendían a utilizarse en asociaciones (claviformes, óvalos, palitos).
El análisis de las combinaciones de las 9 tonalidades mayores muestra que obedecen a reglas restrictivas, ya que algunas combinaciones se repiten, otras no existen y de todas las combinaciones matemáticamente posibles sólo se observa un número muy reducido (13 tipos de tríadas de 84 posibles y 8 tétradas de 126). Además, las mismas incompatibilidades de signos se dan tanto en las diadas (2 signos asociados) como en las tríadas (3 signos asociados), que incluyen sistemáticamente puntos o barras, lo que reduce el uso de otros signos y les confiere un papel especial.

Los autores concluyen «que los grupos de signos, lejos de formarse al azar como podríamos haber pensado, se rigen por leyes, y que unas cuantas reglas sencillas bastan para dar cuenta de las composiciones existentes, al tiempo que explican por qué son tan poco numerosas entre la multitud de fórmulas teóricamente posibles».

Esto, por supuesto, responde a un sistema semiológico.

Lo más interesante es que los investigadores acaban identificando todas las compatibilidades e incompatibilidades observables y las resumen mediante el siguiente diagrama sinóptico:

 

FIG. 2 – COMPATIBILIDAD DE CLAVES EN ASOCIACION BINARIA

В = vara; P = puntuación; Ch = chevrón; С = claviforme; Q = cuadrilátero; R = rama; F = flecha; Tr = triángulo; Ov = óvalo.

¿Cómo se lee esta imagen?
Pues bien, por ejemplo, si tomamos el signo CH, los chevrones, en la tercera línea, la tabla muestra que el chevrón puede asociarse con varillas o puntos (signo + en la intersección de CH con la columna B-P), puede asociarse con un óvalo o una flecha (signo + en la intersección de CH con las columnas Ov o F); en cambio, no puede asociarse con un triángulo o una rama (signo – en la intersección de CH con las columnas Tr o R).

¿Qué nos muestra este resumen?
Que hay tres grupos de signos:
– Puntos y palitos combinables con todos los demás
– Combinación de signos cuadrilátero, cheurón y claviforme
– Los signos Triángulo-Ovalo-Rama-Flecha que pueden combinarse entre sí, excepto el óvalo que no puede combinarse con el triángulo y la flecha que no puede combinarse con la rama.

Para las asociaciones entre signos de los grupos 2 y 3 :
– El cuadrilátero (2) se asocia con el óvalo (3) y el triángulo (3), pero no con la flecha (3) y la rama (3).
– El chevron (2) se asocia con el óvalo (3) y la flecha (3), pero no con el triángulo (3) y la rama (3).
– El claviforme (2) sólo se asocia con palitos y puntos [1] y, por tanto, no con triángulo (3), óvalo (3), flecha (3) y rama (3).

 

MEDIOS COMPLEMENTARIOS DE INTERPRETACION

 

Los autores también mencionan una serie de factores complementarios que deben tenerse en cuenta:
– El contexto simbólico de la cueva
– Integración de la señal en la roca circundante
– Topografía
– La técnica de ejecución

 

EL CONTEXTO DE LA CUEVA 

 

Los autores consideran que la cueva «tiene un valor simbólico propio que influye en el contenido del mensaje, sin duda a modo de connotación. Si no impone, sugiere».

 

INTEGRACION DEL SIGNO EN LA ROCA CIRCUNDANTE

 

Las figuras y signos de animales se integran a menudo en las características del soporte rocoso en el que están realizadas (concavidades, protuberancias, fisuras, cúpulas, fracturas) para «evocar un vientre, una gibosidad, un cuerno o un ojo».

 

LA TOPOGRAFIA

 

Los autores consideran que «la ubicación de las figuras en la cueva (al principio, al final, en lugares determinados) es sin duda un elemento significativo importante», pero no tiene un valor sintáctico en sí mismo.

 

LA TECNICA DE EJECUCION

 

El hecho de que la pintura y el grabado se utilicen al mismo tiempo en algunos de los grabados demuestra que la elección de uno u otro no era una contingencia material, sino que tenía un sentido (el «Dios cornudo» de Les Trois Frères, única pintura del santuario, reina sobre la multitud de animales grabados que se agolpan a sus pies; el único rectángulo grabado de Las Chimeneas contrasta con los cuadriláteros negros de la misma cueva; el único tectiforme rojo de Bernifal contrasta con la docena de otros grabados de la misma cueva); el único rectángulo grabado en Las Chimeneas contrasta con los cuadriláteros negros de la misma cueva; el único tectiforme rojo de Bernifal contrasta con la docena de otros grabados).
Del mismo modo, el uso del color, con un predominio del rojo (alrededor del 75%) y, en el 10% de los casos, una combinación deliberada de signos rojos y negros, atestigua probablemente el profundo significado atribuido a la oposición entre rojo y negro.

 

SU OPINION SOBRE LA BUSQUEDA DE SENTIDO A TRAVES DEL ANALISIS COMPARATIVO ETHNOGRAFICO CON PRACTICAS MAS RECIENTES

 

Según ellos, la utilización de este tipo de comparación, con civilizaciones que utilizan un sistema similar al de las civilizaciones más recientes («preconizada por Reinach ya en 1903 y utilizada por Cartailhac y Breuil en 1906») «proporcionó resultados inestimables en su época, ya que permitió reconocer que las obras de arte de los pueblos primitivos siguen representando «una seria significación en relación con las concepciones metafísicas y religiosas».
Sin embargo, consideraban que el método era peligroso y que la etnografía debía limitarse a cuestiones más amplias (poner de relieve las constantes del comportamiento humano, la relación de las artes gráficas con otras actividades colectivas o individuales, la percepción y el uso de los símbolos, etc.), es decir, no tratar de explicar un sistema por otro.

Para ilustrarlo, utilizan el ejemplo de la escritura ideográfica.
Añaden que sería tentador comparar las escrituras ideográficas con los signos parietales porque tienen el mismo tipo de estructura (integración, yuxtaposición y superposición), o porque algunos signos son similares (signo triangular que se puede comparar con la vulva y que significa mujer en sumerio e hitita; signos ideogramas de rama idénticos a los signos rupestres) salvo que, desde su punto de vista, los ideogramas que se pueden comparar con los signos rupestres tienen significados demasiado diversos… y proponer la siguiente tabla como ejemplo:

 

CUADRO VII: COMPARACION MORFOLOGICA ENTRE SIGNOS PALEOLITICOS E IDEOGRAMAS

Y no hay que olvidar que las escrituras ideográficas utilizan muy a menudo transferencias de sentido simbólico (sinécdoque, metonimia, metáfora, etc.) y que probablemente ocurra lo mismo con los signos prehistóricos. Si, por una casualidad extraordinaria, descubriéramos sus orígenes figurativos, aún estaríamos muy lejos de poder deducir los significados a los que se refieren, que además pueden haberse desviado con el paso del tiempo.

El resultado, dicen, es que «¡esta ruta no es más que un callejón sin salida!

Consideran imprudente aventurarse más en el campo de la semántica si no se tienen en cuenta todos los elementos, es decir, además de los elementos principales como las asociaciones con animales y las relaciones entre signos, los elementos secundarios como el contexto (símbolo de la cueva), el soporte [integración del signo con la roca circundante (concavidad, protuberancia, fisura…)], la topografía, la técnica utilizada, porque «todos ellos contribuyen de manera indisoluble a su significado y sólo a costa de una enorme cantidad de trabajo podemos esperar sintetizarlos todos».), la topografía y la técnica utilizada, porque «todos estos elementos contribuyen de manera indisoluble a su significado y sólo a costa de un enorme trabajo de síntesis podemos esperar disipar algún día lo que Mircea Eliade llama «la opacidad semántica de los documentos prehistóricos».

Volviendo a su trabajo, concluyen diciendo que «pusieron de relieve el carácter semiológico de los signos parietales paleolíticos, demostrando que poseían todas las propiedades de un sistema de comunicación convencional» y pudieron caracterizar parcialmente el «código» que regía la constitución de las unidades y sus relaciones.
Esto «nos permite rechazar la hipótesis, antes aceptada, de que las figuras se acumularon aleatoriamente a lo largo de las paredes. Por el contrario, hemos podido demostrar que se trataba de un sistema muy estructurado».

 

NOTA

Cada vez que releo la conclusión de su obra, no puedo evitar pensar: ¡qué pena, Dios mío, qué pena, porque estaban tan cerca de la meta!
La solución estaba justo delante de ellos, pero no la exploraron y, por tanto, no la vieron.
Pero antes de analizar por qué, desgraciadamente, esta conclusión es en gran medida errónea, veamos brevemente lo que han aportado los trabajos de Denis Vialou y Genevieve von Petzinger.

 

 

LA OBRA DE DENIS VIALOU

 

En 1981, Denis Vialou propuso una clasificación tipológica de los signos parietales del Magdaleniense de Ariège, basada en cuatro grupos: signos puntuados, signos lineales y derivados simples, y signos construidos subdivididos en signos de estructura constante y signos complejos. Estos últimos son específicos de un yacimiento concreto.
Los temas del arte rupestre paleolítico. Patrick Paillet
www.bizkaia.eus/kobie

Denis Vialou sostiene que los signos parietales magdalenienses se convirtieron en formas simbólicas comparables a los pictogramas en la cuna de diversas formas de escritura. Al estudiar el arte rupestre y entrar en contacto con los signos no figurativos que lo componen, Vialou descubre un modo de expresión codificado y normalizado. Para él, como para André Leroi-Gourhan y María del Pilar Casado López, los signos que intentamos asociar a una forma de preescritura forman parte de una amplia diversidad formal que se ha clasificado en familias y cuya codificación se hizo más evidente en los albores del periodo magdaleniense en la región francoibérica.
https://www.diphonique.com/-propos2-cj6i

 

NOTA

Se ve que, de todos ellos, el Sr. Vialou, al distanciarse de sus colegas y considerar esta escritura como una forma de protoescritura, estaba muy cerca de la verdad.

 

 

LA OBRA DE GENEVIEVE VON PETZINGER

 

Lo que resulta especialmente interesante del trabajo de esta estudiante de arqueología de la Universidad de Victoria, que trabaja bajo la tutela de la profesora April Nowell, es que ha identificado 26 signos comunes a 146 yacimientos prehistóricos franceses, correspondientes a un periodo de hace 35.000 a 10.000 años, y sobre todo, diría yo, que también los ha identificado en muchas otras zonas del mundo, lo que demuestra que esta lengua tenía una dimensión mundial y no sólo en la zona franco-cantábrica, además de haber estado en uso durante un periodo de tiempo muy largo.

He aquí un mapa resumido de esta distribución:

BIBLIOGRAFÍA

 

Proto-sumeriano :

CNIL. Full list of proto-cuneiform signs

& Falkenstein, A. (1936). Archaische Texte aus Uruk. https://www.cdli.ox.ac.uk/wiki/doku.php?id=late_uruk_period :

Sumerio :

A.Halloran, J. [1999]. Lexique Sumérien 3.0.

Jeroglífico :

Faulkner. [réed .2017]. Concise dictionary of Middle Egyptian.

Hiero (hierogl.ch) (Hiero – Pierre Besson)

Lengua demótica :

The Demotic Dictionary of the Institute for the Study of Ancient Cultures of the University of Chicago | Institute for the Study of Ancient Cultures (uchicago.edu)

Jeroglífico hitita :

Mnamon / Antiche scritture del Mediterraneo Guida critica alle risorse elettroniche / Luvio geroglifico – 1300 a.C. (ca.) – 600 a.C.

https://mnamon.sns.it/index.php?page=Scrittura&id=46

https://www.hethport.uni-wuerzburg.de/luwglyph/Signlist_2012.pdf

Arqueología :

Leroi-Gourhan, A. (1958). Le symbolisme des grands signes dans l’art pariétal paléolithique. Bulletin de la Société préhistorique française Année 55-7-8 pp. 384-398.

G.& S Sauvet et André Wlodarczyk (1977) : Essai de sémiologie préhistorique (pour une théorie des premiers signes de l’homme). Bulletin de la société préhistorique française / année 1977 / E&T 47-2 / p.545-558

La ciencia de los símbolos :

Chevalier-Gheebrant [2005]. Dictionnaire des Symboles. Paris: Robert Laffont.

Mitologías :

Guirand, J. [1996]. Mythes et Mythologie. Paris ; Larousse

Vínculo entre la religión caldea y la católica :

A.Hislop. [s .d.]. Les deux Babylones.

RECORDATORIO DEL VÍNCULO ENTRE ESTE ARTÍCULO Y TODA LA SERIE LITERARIA «LA VERDADERA HISTORIA DE LAS RELIGIONES DE LA HUMANIDAD»

 

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Le déchiffrage du language des cavernes

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